martes, 22 de julio de 2014

"Un castillo fuerte"

Muchas veces al querer escapar de nuestros problemas, o de los que nos quieren ver caer y otras situaciones que no queremos afrontar, somos capaces de mover nuestro castillo a un bosque tranquilo y escondido; que a un terreno empedrado donde abunda el temor a que las piedras de ese terreno dañen nuestro castillo. Es en ese bosque donde nadie nos molesta y además estamos lejos del bullicio y de lo difícil. Pero es qué acaso la vida no se trata en parte de tomar riesgos y de no tomar lo fácil como sí fuera la única opción? 

Pues lo fácil no sólo nos dará protección y nos cegará al hacernos creer que no pasa nada. Nos hará pensar que nuestra decisión fue la mejor, y es donde la ironía se hace presente, pues lo fácil hace que fácilmente los problemas y los que están en nuestra contra se fortalezcan. Mover nuestro castillo a un lugar solitario, lo único que provocará es que esas situaciones y personas se conviertan de simples piedras a astros como la luna y el sol, que nos mirarán, nos intimidarán y que aprovecharán cualquier momento para lanzarse sobre nosotros y destruirnos, devaluarnos y hacernos sentir lo que eran ellos desde un principio, piedras.

Pero entonces llega el momento en el que trasladamos nuestro castillo de ese bosque solitario a ese terreno empedrado, pero nos damos cuenta que esas situaciones conservaron su forma de astros y ahora se encuentran en su territorio, lugar del que huimos y el que nunca enfrentamos. Es ahí donde demostramos el porqué movimos nuevamente nuestro castillo y les decimos a nuestros problemas y enemigos, que somos un castillo fuerte, un castillo que no se deja doblegar, que aunque los segundos, las horas y los días pasen no caeremos porque somos fuertes porque tenemos un porque o un por quien vivir y cuando esas situaciones nos vean así, ya no podrán dominarnos y su forma de astros se desvanecerá hasta el punto de volver a ser piedras, porque ya hemos cambiado, porque ya no tomamos el camino fácil, porque hemos decidido mover esas piedras y sembrar en ese terreno flores.

Después surgirá una nueva etapa, mover nuestro castillo a las nubes, lugar en el que demostramos nuestra fuerza, nuestro dominio, nuestra confianza en nosotros mismos; donde todos nos ven y dicen, esa persona es grande, vale mucho, esa persona es un castillo fuerte.



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