viernes, 25 de julio de 2014

"La Brújula de Dios"

Que hermosa eres, 
no tienes comparación,
de todos los regalos divinos
el segundo eres, superada sólo por la vida.

Diversa en sí misma, 
en pensamientos, comportamientos;
en tipos y en tamaños.
La agrupación perfecta.
Eres fuente de confianza,
fuente de fidelidad,
fuente de apoyo,
fuente de unión.

Eres como un ave
pues has construido un nido, 
un nido perfecto, llamado hogar.
Eres como un león,
dispuesta a defender a cada parte tuya
sin importar contra que o quién.
Eres el capullo, 
donde se forman las mariposas
bajo tus cuidados y consejos.

Inmortal a la distancia,
e inmune a la separación,
inmortal a la desconfianza,
también inmune a la traición,
inmortal al abandono,
e inmune al rechazo.
A infinitas situaciones eres fuerte,
tu fin no está ni estará definido.

Eres la familia,
eres amor, alegría, tolerancia,
respeto, corrección.
Eres la familia,
eres luz, esperanza, tranquilidad 
paciencia, lealtad y paz.
Eres tú, regalo majestuoso llamado familia,
la Brújula de Dios.



martes, 22 de julio de 2014

"Un castillo fuerte"

Muchas veces al querer escapar de nuestros problemas, o de los que nos quieren ver caer y otras situaciones que no queremos afrontar, somos capaces de mover nuestro castillo a un bosque tranquilo y escondido; que a un terreno empedrado donde abunda el temor a que las piedras de ese terreno dañen nuestro castillo. Es en ese bosque donde nadie nos molesta y además estamos lejos del bullicio y de lo difícil. Pero es qué acaso la vida no se trata en parte de tomar riesgos y de no tomar lo fácil como sí fuera la única opción? 

Pues lo fácil no sólo nos dará protección y nos cegará al hacernos creer que no pasa nada. Nos hará pensar que nuestra decisión fue la mejor, y es donde la ironía se hace presente, pues lo fácil hace que fácilmente los problemas y los que están en nuestra contra se fortalezcan. Mover nuestro castillo a un lugar solitario, lo único que provocará es que esas situaciones y personas se conviertan de simples piedras a astros como la luna y el sol, que nos mirarán, nos intimidarán y que aprovecharán cualquier momento para lanzarse sobre nosotros y destruirnos, devaluarnos y hacernos sentir lo que eran ellos desde un principio, piedras.

Pero entonces llega el momento en el que trasladamos nuestro castillo de ese bosque solitario a ese terreno empedrado, pero nos damos cuenta que esas situaciones conservaron su forma de astros y ahora se encuentran en su territorio, lugar del que huimos y el que nunca enfrentamos. Es ahí donde demostramos el porqué movimos nuevamente nuestro castillo y les decimos a nuestros problemas y enemigos, que somos un castillo fuerte, un castillo que no se deja doblegar, que aunque los segundos, las horas y los días pasen no caeremos porque somos fuertes porque tenemos un porque o un por quien vivir y cuando esas situaciones nos vean así, ya no podrán dominarnos y su forma de astros se desvanecerá hasta el punto de volver a ser piedras, porque ya hemos cambiado, porque ya no tomamos el camino fácil, porque hemos decidido mover esas piedras y sembrar en ese terreno flores.

Después surgirá una nueva etapa, mover nuestro castillo a las nubes, lugar en el que demostramos nuestra fuerza, nuestro dominio, nuestra confianza en nosotros mismos; donde todos nos ven y dicen, esa persona es grande, vale mucho, esa persona es un castillo fuerte.